Bienvenido otoño, bienvenido cambio de armario
Aunque cada vez contamos con más prendas de ropa versátiles y atemporales que utilizamos durante todo el año, al llegar finales de septiembre el armario nos pide un cambio. Fuera bermudas, bañadores y sandalias, dentro abrigos, botas, jerseys y bufandas. Mientras el buen tiempo no nos diga adiós definitivamente, parece que nos resistimos a asumir la entrada del otoño en nuestras vidas, pero más vale prevenir que curar si no queremos que el primer temporal de la temporada nos pille con el bikini puesto.
Hoy en el blog de As Cancelas repasamos los mejores trucos para optimizar y hacer más llevadero el cambio de temporada en el armario, que aunque nos dé mucha pereza es totalmente necesario, ya que si no nunca sabremos la ropa que tenemos e iremos siempre vestidos igual.
La primera de las tareas a realizar, y que facilitará mucho el resto de las de la lista es sacar toda la ropa del armario, y ya de paso aprovechar para limpiar bien el polvo. Tener todas las prendas a la vista te ayudará a hacer balance de tu vestuario al completo, incluido todo lo que ni te acordabas que tenías. Si no tienes un ambientador, es el momento de hacerte con uno para evitar la aparición de polillas y de malos olores en la ropa. Si ya estás utilizando uno, aprovecha para sustituirlo por uno nuevo.
Con todas las prendas ya fuera del armario, el siguiente paso es revisarlas para retirar las que no te queden bien, no te gusten o no te hayas puesto en los dos últimos años. Eso incluye ese pantalón tan mono de una talla menos que te compraste confiando en que estiraría o aquella camisa tan de moda con la que nunca te acabaste de ver. Sabemos que a veces cuesta desprenderse de ciertas prendas, pero piensa que pueden tener una vida mejor junto a otras personas. Dona o regala todo aquello que se encuentre en buen estado, y recicla lo que no sirve para reutilizar. ¿Sabías que cada vez más tiendas implementan iniciativas de reciclaje para cerrar el ciclo de la producción textil?
Antes de guardar lo que no te volverás a poner hasta el próximo año, repasa botones, costuras y asegúrate de que no hay manchas ni desperfectos. El consejo es guardar toda la ropa limpia y planchada, para evitar que se humedezca, amarillee o estropee, en un lugar seco, con poca luz solar y con una temperatura agradable. Es recomendable poner etiquetas o rótulos en las cajas o bolsas para identificar el contenido de cada una por si de pronto necesitas algo puntual. Para el calzado que tengas almacenado en cajas, puedes pegar una foto de cada par en el lateral para tener todos tus pares perfectamente identificados.
Una vez almacenada la ropa que no volveremos a ponernos hasta el próximo verano, procedemos a organizar la de otoño y la que permanece con nosotros los 365 días del año, como las camisetas básicas, los jeans, la cazadora vaquera, el trench o la cazadora de cuero. Lo ideal es ordenar por categorías, colocando todas las prendas del mismo tipo juntos y en escala de colores. De esta forma tendrás una idea clara de las prendas con las que cuentas cada temporada.
A la hora de elegir qué va colgado o doblado, hay que fijarse en si las telas se arrugan mucho o no, aunque es recomendable que camisas, chaquetas, vestidos, faldas y pantalones se coloquen en perchas, para evitar planchar las prendas dos veces. Las camisetas, sudaderas o jerseys pueden ir doblados, pero evita hacer pilas enormes porque así será más difícil controlar todo lo que tienes. Las prendas más delicadas, como las que llevan apliques, brocados o lentejuelas deben colgarse del revés y de forma individual, y las prendas de piel en fundas de tela, nunca en bolsas de plástico, para que la piel transpire.
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta antes de ponerte manos a la obra con el cambio de armario es buscar un momento de tranquilidad y afrontarlo como algo divertido que nos va a reportar numerosas ventajas. Si lo haces con prisas y a desgana, solo conseguirás que el momento te genere estrés. Aunque inicialmente se te ocurran mil planes mejores antes de dedicar una tarde a actualizar tu armario para la nueva estación, te aseguramos que después de hacerlo te sentirás mucho mejor.
